Para quienes practican deporte, ya sea de forma habitual o esporádica, puede convertirse en un excelente complemento dentro de una alimentación equilibrada.
En Melones el Abuelo llevamos años cultivando melones con mimo, pero también nos gusta compartir todo lo que esta fruta puede aportar al bienestar. Hoy te contamos por qué incluir melón en tu dieta deportiva puede ser una gran idea.
1. Hidratación que viene de la fruta
Uno de los aspectos más importantes al hacer ejercicio es mantener una buena hidratación. El melón está compuesto en más de un 90% por agua, una opción natural para ayudar al cuerpo a reponer líquidos. A diferencia de algunas bebidas comerciales, el melón hidrata sin azúcares añadidos ni aditivos.
2. Energía rápida, sin pesadez
Gracias a su contenido en azúcares naturales, el melón aporta energía de forma rápida, ideal para consumir antes o después de entrenar. Además, es fácil de digerir, ideal como snack ligero o tentempié entre sesiones de entrenamiento.
3. Rico en potasio, un mineral clave
El potasio es fundamental para la función muscular y para evitar calambres, especialmente tras un esfuerzo físico intenso. El melón es una buena fuente de este mineral, además de contener vitamina C, que ayuda a combatir el estrés oxidativo causado por el ejercicio.
4. Ayuda a la recuperación
Después de entrenar, el cuerpo necesita reponerse. El melón no solo hidrata, también aporta antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación y favorecer la recuperación muscular. Tomarlo frío tras el ejercicio es una forma sencilla y natural de cuidar el cuerpo.
5. Natural, de calidad y sin complicaciones
Apostar por alimentos naturales y de calidad es un principio básico para cualquier deportista. En Melones el Abuelo cuidamos cada detalle del cultivo para ofrecerte un melón sabroso, nutritivo y recogido en su punto justo de maduración. Porque creemos que el bienestar empieza en el campo.
¿Y cómo tomar melón después de entrenar?
5 formas prácticas y sabrosas
Bol de melón fresco: cortado en dados y bien frío, es la opción más rápida y refrescante.
Batido post-entreno: melón, yogur natural y un poco de avena. Energía, proteínas e hidratación en un solo vaso.
Melón con jamón o frutos secos: combina el melón con una fuente de proteína o grasas saludables para una recuperación más completa.
Ensalada rehidratante: melón, pepino, un chorrito de limón y hojas de menta. Ligera y perfecta para después del esfuerzo.
Polos caseros de melón: tritura melón y congélalo en moldes. Una forma divertida (y sin azúcar añadido) de rehidratarse.