Manuel Pérez es un artista imprescindible, es un Haruki Murakami de la pintura porque no tiene límites y crea nuevos mundos infinitos de color, de luz, de inspiración… Su creación le lleva a explorar espacios que transmiten belleza, vida, conversación, que te arropan en un discurso lleno de vitalidad, paisajes donde comenzar un camino, recorrerlo sin prisas, disfrutando de las vistas, de las pinceladas que hablan de su tenacidad, de su optimismo y de sus ganas de comunicarse, de hacer sentir y transmitir sus emociones y sentimientos.
En ese viaje onírico donde la imaginación se apodera de uno, podemos sentir la magia de la luz, adentrarnos en un viaje a la Bauhaus, reformular el cuento de caperucita roja, sentirnos felinos y poder transitar espacios a los que, anteriormente, no nos habíamos adentrado.
Hoy compartimos conversación, anécdotas, vivencias, risas con Manuel Pérez y les animamos a que acudan a la Sala Almudí en Murcia que hasta el 22 de noviembre acoge su exposición: “Una historia verdadera” donde el color les envolverá a estados de puro hedonismo cultural.
¿Cómo es tu día a día creativo?
Paso el día trabajando en el estudio como un asceta enfrente de la obra, intento siempre con ilusión, la madurez y la experiencia te hacen encontrar fórmulas para incentivarte y provocarte las ganas de seguir trabajar.
El optimismo es…
Una forma de afrontar el mundo, vivir en el lado positivo de las cosas, ante determinados acontecimientos enfrentarte a ellos con la mejor actitud.
¿Qué despierta tu curiosidad?
Tengo curiosidad por todo lo que me rodea, bebo de las fuentes del arte, de la música, del cine, del atardecer cuando vuelvo a casa, de la luz, cómo cambia la luz…procuro estar susceptible a la belleza de eso se nutre mi trabajo y mi obra, vivir.
Tu exposición el “Imperio de los Sentidos” es …
Un canto a la vida, es la celebración de la vida responde a ese ansia por vivir que tengo. Tras cuatro meses muy duros de trabajo observaba a la gente que miraba mi obra, sus expresiones, reacciones y me quedaba perplejo ante la emoción que se sentía… tengo la suerte de hacer lo que me gusta y gustar a los demás.
Mi hijo. Me aporta esa visión diferente de ver el mundo, él aprende de sus amigos y yo aprendo de él, es como rememorar momentos vividos y te acuerdas de una parte de ti que tienes olvidada y, en cierta manera, creces cuando recuperas esa parte. De igual forma, ser papá me hace proyectarme en mis padres y tener una visión más amplia de la vida y de las cosas.
¿Qué proyecto te gustaría poder llevar a cabo?
Tengo mucha curiosidad por poder hacer una colección de moda con un diseñador. He trabajado con cerámica, fotografía, (…) y me apetece mucho poder llevar a cabo un proyecto así. También, tener la oportunidad de trabajar con arquitectos, interioristas, aportar mis ideas y desarrollar proyectos de forma conjunta.
¿Qué te aporta un viaje?
Un viaje es como reencontrarte contigo mismo, te dejas todo el lastre de lo material que arrastra uno en lo cotidiano y te encuentras contigo mismo, y claro, se aprende mucho, es un viaje exterior pero también interior.
El color….
Me comunico a través del color, de la luz, del dibujo, la composición (…) son herramientas que uno utiliza en el cuadro para el lenguaje estético de la pintura para transmitir lo que uno siente y el color es importante, tiene que ver con el estado de ánimo, de cómo uno ve las cosas en ese momento.