En este primer blog del 2013, os quiero presentar una fruta, que todo el mundo come por lo fresca que es, pero que pocos conocéis la infinidad de propiedades saludables que contiene; se trata de la prima hermana del melón, la sandía, también cocido como melón de agua.
La sandía es la fruta con el nivel calórico más bajo (20calorías por 100g de alimento), debido a que es la fruta que más agua contiene, un 93% de su composición es agua, lo que hace que en muchos países, incluido el nuestro, sea empleada en los meses más calurosos para calmar la sed. A parte de los beneficios que conlleva que sea una fruta rica en agua , la sandía es una fruta rica en licopeno, el cual, una vez ingerido, se transforma en vitamina A, uno de los mayores antioxidantes que participa en la prevención de numerosas enfermedades; más adelante le dedicaremos un post a esta vitamina.
La sandía, contiene además vitamina C (en menor proporción que la vitamina A, pero de cantidades aceptables), y vitaminas del grupo B, a destacar entre ellas, la vitamina B6 (o piridoxina) y la vitamina B3 (niacina). Esta fruta es además, rica en algunos minerales, como el magnesio y potasio, los cuales son muy importantes para el buen funcionamiento de nuestro organismo, ya que por ejemplo, el potasio, es el encargado de la transmisión del impulso nervioso y la actividad muscular normal, participando también en el equilibrio de agua, dentro y fuera de la célula.
Para terminar, comentaros que la sandía es un magnífico diurético, puesto que aumenta la producción de orina, estando recomendado su consumo en personas que padezcan, por ejemplo, ácido úrico, hipertensión o cualquier enfermedad relacionada con la retención de líquidos.
Disfruta de este manjar, porque como un día dijo Cervantes
“El estómago es la oficina, donde se fragua salud y vida”