Pablo González cocinero no le gusta posponer cosas, hay que vivir el momento. Su estrella Michelín no está físicamente en ninguna parte de Cabaña Buenavista, la estrella es esa lucha diaria de él y de su equipo, por romper con la rutina, por no dejar indiferente a nadie. Todo ello, desde la tenacidad absoluta, la superación y la intención de hacer feliz a la gente que va a su espacio a vivir una experiencia única: “la gente te elige para días especiales, tenemos la suerte de vivir eso, detrás de cada mesa hay una historia”.
El paso de Pablo en la gastronomía ha llamado la atención por originalidad, frescura, innovación, sabor y por la energía vital de sus platos que te hacen fluir en una melodía perfecta de matices, texturas, aromas y la posibilidad de soñar despiertos para descubrir auténticas joyas gastronómicas.
Hoy cultivamos con Pablo González que nos ha abrazado y nos ha hecho sentir en casa, compartimos con él experiencia, vida, anécdotas y mucho más, mañana nos gustaría compartirlas contigo.
Cocinar es…
Es una forma de vida, de transmitir, es un lenguaje para intentar hacer feliz. Cocinar es una forma de expresión que va más allá del hecho de cubrir necesidades fisiológicas, tiene la intención de que la gente viva una experiencia única y donde todos los detalles son importantes. Es como una función donde el color, el espacio, el momento son protagonistas principales.
Un plato debe despertar…
Despertar sorpresa, admiración, placer, alegría, sonrisas y también complicidad, sobre todo, con la persona que estás compartiendo mesa; Momentos de compartir, de conversación. Si dejamos a alguien indiferente no hemos hecho algo bien, debemos sorprender, romper la rutina y ofrecer un momento único y diferente.
¿Cuál es la salsa de la vida?
La salsa de la vida es estar bien contigo mismo, con lo que haces, con los demás y tener la conciencia muy tranquila, ser buena gente y ayudar a los demás, tenemos que echar una mano a los que lo necesitan y empatizar más.
Soñar con…
En lo profesional, con poder trabajar mañana y seguir teniendo ilusión. En lo personal, que todas las personas de mi familia estén bien y que la vida siga como va.
¿Qué especia le añadirías a tu día a día?
Pondría kizami, es una variedad del wasabi que te aporta energía, también kimchi, las especias orientales, con sus particularidades, te aportan ese chute repentino de energía, te espabilan y te ponen en marcha, es un toque para despertar. También, un poquito de limón puro, que te pone las pilas –risas-.
Un abrazo despierta…
Hay todo un mundo en los abrazos, la ternura con la que das un abrazo, con la que lo recibes. Yo, a la gente que quiero, le doy abrazos calentitos que transmiten mucho cariño, sin duda, un abrazo puede decirlo todo.
¿A quién te gustaría cocinar algo especial?
A Julio Iglesias. Creo que es un crack, más allá de que te guste o no su música, me parece una persona que ha tenido que haber cumplido todos sus sueños, que sabe vivir la vida, lo imagino como un gran conversador, repleto de anécdotas que compartir, y lo considero una persona muy auténtica.