Marta Zafrilla es una prolífica escritora, amante de las letras y de los libros infantiles, en particular. Tiene una mente soñadora que le permite crear mundos para explorar, recrearnos y disfrutar de la luz y esencia que reside en cada uno de nosotros. Decía Antoine de Saint- Exúpery que: “sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos”, y en el caso de esta brillante creadora, sabemos que es así.
Como nadie, crea mundos imaginarios, llenos de luz de magia, abordando temáticas como la diversidad o la crudeza de la enfermedad desde una perspectiva que invita a entender, a ponerte en los zapatos del otro, a formar parte de una sociedad más justa y donde la empatía sea una bandera en la que todos nos sentimos identificados.
Su capacidad para que las palabras abran el alma, te hacen conectar de una forma natural, la ternura le permite abordar temáticas sensibles donde esta escritora moldea su narrativa para llenar de vida las páginas de unos libros donde exploramos nuevos imaginarios. Sus libros infantiles: «Hijito Pollito» y los «Despistes del Abuelo Pedro» de la editorial Cuentos de luz fueron premiados en los: Moonbeam Children’s Book Awards .
Consigue romper prejuicios con una melodía perfecta de palabras que abren tu mente al mundo diverso que nos rodea y, reconforta el corazón, proporcionando una inmensa sensación de libertad, grandeza, realidad e imaginación. Hoy compartimos espacio, momentos, vida, mañana nos gustaría compartir contigo.
Cuentos de luz ¿para crear una generación de niños libres de prejuicios y miedos? Los cuentos aportan puertas y ventanas para abrir más allá de las posibilidades que ofrece la realidad a los niños de hoy. Precisamente en una sociedad tan tecnológica se hace más imprescindible aún la literatura. Frente a la instantaneidad y la superficialidad de gran parte de lo que nos rodea, la imaginación y las posibilidades que permiten los cuentos se tornan básicos para crecer libres. Hablamos de libertad de equivocarse sin miedo, a proponer metas difíciles, a escoger por uno mismo, a enfrentarse a otros criterios y no dejarnos llevar por los demás… El niño auténticamente libre supera los prejuicios a través de la relatividad que aporta la cultura, los valores que inculcamos los padres y la confianza que les aportamos para desarrollar criterios propios.
¿Qué magia conspira en los libros infantiles y en sus lectores?
La magia está en todo y los niños lo saben. Si observamos la mirada que los pequeños depositan sobre las cosas nos daremos cuenta de que es su forma de mirar lo que necesitamos los adultos: contemplan la novedad, lo diminuto, lo conocido, lo diferente con conocimiento de posibilidad; esto es, ven interesante desde una fila de hormiguitas hasta el bigote de un tendero, disfrutan con intensidad de los colores del atardecer y el tacto del gotelé, y más allá ven la posibilidad de juego y de disfrute, cosa que los adultos olvidamos hacer.
Un cuentacuentos puede…
Un cuentacuentos puede recordarnos a todos los adultos que en realidad no necesitamos tanto en la vida para reír o disfrutar. Nos acostumbramos a pedir cada vez más intensidad a las cosas, más novedad, y olvidamos que es lo esencial lo que transmite realmente vida y magia. La manera en que un buen cuentacuentos nos hace entrar en la historia, invitándonos a imaginar y cantar, también a los adultos, nos avisa de lo fácil que es despegarnos de lo superfluo y volver a lo auténtico: a soñar, a querernos, reír, a compartir las ilusiones, a inventar y crear una vida mejor.
La sonrisa y el brillo en los ojos de tus lectores son…
Son lo más maravilloso que me ha aportado la escritura. Provocar curiosidad, lagrimitas o sonrisas en adultos es difícil de lograr mediante la palabra, requiere esfuerzo y es gratificante, pero que los niños sonrían y disfruten con un cuento salido de tu imaginación… es una sensación insuperable. Su intensidad es tal y sus caritas tan bonicas… ¡No hay comparación!
La historia que te gustaría escribir…
No existe aún. Mis escritos surgen de la inspiración de cada momento y de necesidades concretas. En determinadas épocas surgió la necesidad del verso, después aterrizó la novela, los cuentos… Hasta que llegó la necesidad de conectar con mi niño interior más conscientemente y de tratar temas a través de la mirada sanadora de la infancia. Escribo para jugar con la palabra, como debe hacerse siempre, pero sobre todo por ahondar en temas que necesito trabajarme: la identidad, la diferencia, la aceptación del yo… Que escriba textos supuestamente para niños no significa que les sirvan únicamente a ellos.
¿Qué mueve tu mundo?
El amor por los míos, la curiosidad constante y la voluntad de mejorar, tanto a mí misma como aquello que me rodea.
Escribir es…
Escribir es una suerte, un camino.
Un sueño por cumplir…
No olvidarme nunca de soñar.
Un comentario
Felicidades por todas las inspiraciones materializadas y gracias por, no solo , seguir siendo una persona increible sino por serlo cada dia mas.
¡¡¡¡¡¡¡Un abrazo y un beso muy largo para allaaaaaaa!!!!!