Freddy Salmerón es tenaz, constante y una de esas extraordinarias personas que se crecen ante las adversidades y se hacen cada vez más grandes. Transmite energía en cada plato, en cada una de sus creaciones que conquistan el paladar de comensales que disfrutan con los estados de ánimo culinarios de este mago de la cocina que transforma lo que toca en auténticas delicatesen.
Desde muy pequeño y gracias a su madre comenzó a interesarse por la cocina, y desde entonces no ha dejado de trabajar para convertirse en un chef de referencia. De una forma muy humilde, y sin hacer mucho ruido está revolucionando la oferta gastronómica del hotel 7 Coronas en Murcia de la forma que él entiende como la verdadera cocina que supone: “actualizar lo tradicional, el sabor de siempre con un poquito de innovación”.
Hoy compartimos con él conversación, sabores, especias, postres, recuerdos y mucho más, mañana nos gustaría compartirlos contigo. Cultivamos con: Freddy Salmerón.
Los ingredientes de la vida…
La felicidad, alegría, dedicación, esfuerzo, compromiso contigo mismo, con los demás… crear, dar y recibir en esta vida y a los que quieres.
¿Cuándo comenzaste a cocinar?
Comencé con mi madre, ella tenía un catering y con 9 años le propuse que yo le cortaba la verdura pero que tenía que pagarme -risas-. Desde muy pequeño retenía olores, sabores, esa memoria de sabores de las galletas de cuando eres pequeño, del cereal, y desde entonces sólo quería estudiar cocina y dedicarme a ello.
La cocina…
Son estados de ánimo que se transmiten en sabores materializados con ingredientes que ofreces y que pueden hacerte sentir feliz y transmitirte esa energía y vivirla. La cocina cada vez es más democrática donde la gente opina, aporta, te dice y donde compartimos emociones, sensaciones, para mí cocinar es disfrutar y me gusta que la gente disfrute de esa energía en los platos.
¿Qué quieres conseguir con este ambicioso proyecto de restauración en el Hotel 7 Coronas de Murcia?
Conseguir que en el centro de Murcia seamos un referente en materia gastronómica, un lugar dónde se pueda disfrutar de una cocina con la que sentir y experimentar esos sabores y sentimientos de esta tierra. Es un gran reto pero me siento preparado y siento que lo podemos lograr.
Un sueño…
Cocinar cuándo me apetezca, dónde me apetezca y a quién me apetezca.
¿Qué especia le pondrías a la vida?
Le pondría romero, que tiene ese aroma a campo, que crece con poca agua en zonas infértiles, donde las flores no crecen es una planta que florece. Una planta que nos dice aunque nazcas y crezcas en el lugar equivocado vas a poder crecer, florecer y vas a dar un buen aroma.
Un plato que conquiste…
Yo siempre he pensado que son estados de ánimo, se mezclan estados de ánimo con ingredientes, con pasión y el plato consigue transmitir esas emociones, pueden transmitir tranquilidad, paz, energía, placer, euforia… eso es lo que conquista.