Esta semana os voy a hablar de los antioxidantes, ya que la naturaleza nos los pone a nuestro alcance en multitud de alimentos, lo que los convierte en unas sustancias muy atractivas para todos vosotros.
Los antioxidantes, son sustancias que ocurren en la naturaleza y que pueden interrumpir o limitar el daño que ocasionan los radicales libres; estos radicales libres, son moléculas producidas por la degradación de alimentos, formándose agentes oxidantes, responsables del deterioro celular.
Nuestro cuerpo, es capaz de generar antioxidantes, pero con el paso del tiempo, esta capacidad, disminuye, por lo que los radicales libres pueden actuar libremente, haciéndose estos hechos visibles fácilmente (aparición de arrugas, manchas en la piel…y otras enfermedades metabólicas).
Como la naturaleza es sabia, los antioxidantes no solo están presentes en nuestro cuerpo, sino que tenemos la posibilidad de poder obtenerlos de muchos alimentos, ya que existen numerosas vitaminas y minerales dotados con este carácter, que al incluirlos diariamente en nuestra mesa, estaremos aportando gran cantidad de antioxidantes, que combatirán a los radicales libres que produce nuestro organismo.
La vitamina C, que la encontramos en el melón, es un excelente antioxidante para combatir los radicales libres de nuestro organismo.
Se trata de una vitamina hidrosoluble (se disuelve en agua) y sensible al calor, está implicada en procesos de formación de colágeno, contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario y favorece la absorción del hierro.
Frutas como el melón, es rica en vitamina C, por lo que os animo desde aquí, a que aprovechando que puedes encontrar melón del abuelo todo el año en tu frutería, incorpores una tajada después de tus comidas, para así poder llevar una dieta rica en antioxidantes, que te harán sentir mejor, por dentro y por fuera.
“Cuida tu cuerpo, es el único sitio que tienes para vivir” Jim Rohn