Cynthia Cano
La protagonista de esta nueva entrada en la sección “Cultivamos con…” empezó desde muy temprano su relación con la danza, con tan solo 2 años de la mano de su maestra María Dolores Ros.
Nada de ella es casual, nada ha sido un regalo. Todo ha sido disciplina, esfuerzo, espíritu de superación que unido a su gran talento la consagran ya como una de las bailaoras del momento.
Os dejamos una muestra de las anécdotas, risas, charlas y demás vivencias que pudimos disfrutar con ella…
Tu relación con la danza es…
Mi vida.
Un lugar especial en el que actuar…
Cualquiera que se respete el arte y el flamenco, pero me encantaría volver al Gran Teatro de La Habana, en el que actué con 10 años.
Un sueño por cumplir…
Casi todos, estoy en el comienzo de esta larga carrera, carrera por cierto que no tiene fin. Es verdad que he actuado en casi todos los escenarios de España y del extranjero, pero aún me quedan unos cuantos emblemáticos como el Teatro Nacional de Chaillot en París, el Sadler’s Wells de Londres o el Festival Flamenco de San Petersburgo. Quizá bailar para un personaje importante como el Papa, me encanta el Papa Francisco, creo que entendería muy bien mi forma de expresarme. Y por supuesto un espectáculo dirigido por mi querido maestro Javier Latorre. para mi además de un referente, un grande de la danza en el mundo.
En qué te inspiras para la creatividad en tus bailes…
En todo, porque todo es vida, cualquier cosa por sencilla y simple que sea tiene su doble lectura, a mi me encanta reinterpretar lo que veo. A veces es un proceso largo que pasa por documentación, etc. Otras en cambio, el proceso creativo es breve y conciso, casi espontáneo, pero en todo caso siempre trabajando, como cualquier disciplina artística hay que trabajarla a diario. Evidentemente, cuando hablamos de flamenco como en otras danzas, también te inspira la música, las letras de los cantes, el «feeling» con tus compañeros…
El flamenco para ti es…
Una manifestación artística que me permite expresar todo lo que ocurre en mi interior y que es muy difícil hacerlo de otra manera. Por ejemplo, no podría explicar mi descontento con el terrorismo, por citar uno, pero yo puedo hacerlo, sacando toda la rabia e impotencia a través de un «taranto», una «seguiriya», sin que sea necesario que nadie lo sepa. De tal forma que, el flamenco además de un arte es el mejor vehículo de expresión que tengo. ¡Hombre! No siempre es todo tan trascendental, en muchas ocasiones, se baila solo para el disfrute.
El melón te evoca…
Lo natural, lo espontáneo, aquello que la madre naturaleza te regala y que tú, debes cuidar y recoger con amor, como ocurre en el flamenco, tú tienes un don, pero tienes que cuidarlo para luego poder recoger su fruto. También, me provoca la parte dulce de la vida, un trago agradable y fresco que puedes hacerlo solo o compartirlo, casi siempre en compañía se saborean mejor las cosas.