Muchas veces, cuando en la consulta le pregunto al paciente que tengo delante, qué es lo que desayunó el día anterior, el 97% siempre dice: café con leche, tostada y un zumo de fruta natural; pues hoy he querido desmitificar un poco el empeño que hay por incluir los zumos de frutas en nuestra dieta, no está mal, no es un pecado un zumo de fruta al día, pero, ¿por qué no tomamos una pieza?
En este post, no pretendo demonizar al zumo, pero si quiero ensalzar a la pieza; para empezar, aclarar que un zumo de fruta no equivale a una ración de fruta, y los motivos por los cuales esta afirmación es cierta, están recogidos en el documento de consenso del Grupo de Revisión y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas—Nutricionistas, y son los siguientes:
- La tendencia al aumento en el consumo de zumos de frutas, junto con la tendencia a una disminución en el consumo de fruta fresca.
- El menor contenido en fibra de los zumos de fruta respecto de las frutas, lo cual es relevante si se tiene en cuenta la baja ingesta de fibra por parte de la población española.
- La posible relación entre el consumo de zumos de fruta y el sobrepeso-obesidad; la Asociación Americana del Corazón y la Asociación Americana de Diabetes, aconsejan disminuir el consumo de zumos de fruta para prevenir la obesidad, puesto que existen evidencias que indican que las calorías consumidas en forma líquida, no son tan saciantes como las consumidas en forma sólida, pudiendo afectar estas calorías del zumo de manera negativa a la hora de mantener o conseguir un peso saludable.
- La relación existente entre los azúcares de los zumos de fruta y el riesgo de caries dental. Los azúcares que contienen los zumos de frutas, incluyendo los caseros, son considerados por la OMS “azúcares libres”, los cuales están directamente relacionados con la aparición de caries.
- La relación entre un alto consumo de zumos de frutas en niños y su estado de salud. El Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, afirma que los zumos de fruta no son equivalentes nutricionalmente a las frutas naturales, al carecer de fibra y no estimular la masticación, no aportando ninguna ventaja nutricional ni suponen ninguna mejora de los hábitos dietéticos.
Desde Melones El Abuelo os animamos a consumir fruta, en el desayuno, de postre, en la merienda…cualquier momento del día es bueno para comer un poquito de estos alimentos de escaso valor energético y alto poder saciante, incluye en tu dieta tu tajada de melón, disfruta de ese sonido crujiente y ¡¡olvídate de la batidora o el exprimidor!!
Y la frase de esta semana «Lo importante no es lo que se come, sino como se come” Epicteto.