Desde Melones el Abuelo sabemos que la vida útil del melón no termina en su consumo, son muchos los usos que se pueden hacer de su corteza y semillas. En el post de hoy os contamos cómo aprovechar esta parte del melón como abono orgánico para tus macetas o huerto urbano. La creación de huertos urbanos es una práctica cuya popularidad se ha visto incrementada durante los últimos años. La población ha tomado conciencia sobre la necesidad de conocer el origen y el tratamiento que reciben los alimentos que consume. Asimismo, son muchas las marcas que apuestan por fomentar este tipo de iniciativas, entre ellas, la cadena de supermercados Lidl ha lanzado al mercado una promoción en la que regala semillas de hortalizas y hierbas aromáticas a sus clientes, por cada 20€ de compra.
El respeto por la tradición que tenían nuestros antecesores de trabajar y cuidar la tierra, para obtener un fruto de calidad, así como nuestro compromiso con el medioambiente y la sostenibilidad, son valores intrínsecos en Melones el Abuelo, tanto desde el punto de vista alimenticio y nutritivo como en pos de un mayor desarrollo de la economía circular. Entre nuestras últimas acciones, cabe destacar el envío de nuestra postal plantable navideña, contribuyendo al reciclaje y reutilización de la misma.
El abono orgánico o compost, como su propio nombre indica, es materia orgánica que se añade al suelo para ayudar al crecimiento de las plantas. Este no posee restos de elementos químicos y contribuye a subir la temperatura del suelo favoreciendo la formación y el desarrollo de las raíces.
Asimismo ayuda a mejorar la absorción de los nutrientes de la planta, otorgando al suelo más riqueza en nutrientes, lo que supone una disminución del uso de fertilizantes químicos y a reducir la basura doméstica.
Pasos para elaborar abono orgánico o compost con corteza de melón
- Reúne cantidad importante de cáscara de melón junto con otros desechos de frutas y verduras, también puedes utilizar cáscara de huevo.
- Selecciona un recipiente donde colocaremos todos los elementos. Puedes utilizar una caja de plástico y hacerle unos agujeritos en la base
- A continuación, incluimos una capa de tierra y una segunda de materiales secos (hojas secas, aserrín o césped seco.
- Incluimos la primera capa de desechos: cáscara de melón de Melones el Abuelo, y otros restos frutas. Es importante intercalar las diferentes capas entre productos húmedos y secos.
- Una vez concluido, regamos el contenido de la caja. Es imprescindible que haya cierto grado de humedad en nuestro “compostero” pero sin llegar a encharcar.
- Poco a poco se irá formando una tierra marrón que utilizaremos para nutrir y enriquecer nuestros huertos urbanos y cultivos.